Erase una vez 7 muchach@s que emprendieron un viaje corto pero intenso a una ciudad de la antigua Prusia, esa ciudad era Frankfurt.
Nuestros aventurer@s, ávidos de accion, se dispusieron a acceder al avión que les llevaría a Frankfurt (quien dice Frankfurt, dice a 100 km de Frankfurt), antes del inicio del vuelo, el primer problema dos miembros del grupo llegan tarde.
Después de sobrevolar las cabezas de los franceses y de otros ciudadanos europeos y no sé si de ciudadanos neutrales como los suizos, llegaron a Flughafen-Hahn (flug=volar; Hafen=puerto, aprenda alemán con métodos Gumersindo) donde alquilaron un vehículo motor de cuatro ruedas llamado coche e iniciaron la marcha al punto de destino. Durante el camino, se pararon a tomar un café (llamale café, llamale lavativo de estómago) y al final llegaron a Frankfurt sin perderse.
Una vez en Frankfurt, pues lo normal, te metes en un parking de un hotel y sales en contra dirección, das vueltas sin saber donde el Cocoon club,... lo normal en cualquier ciudad.
Situados dirección Hanau (no confundir Aneu, que esta en el Pirineo), donde estaba la Cocoon Club; nuestros amig@s decidieron cenar en un restaurante prestigioso de comida típica americana, donde descubrieron la fauna aborígen del pais, un gordo mafioso de apariencia musulmana con sus putitas, gitanos, ...
Llegamos al nudo del drama, entrando a la disco observaron que aquello era una fiesta de gente algo anormal, tios que gritan como sin más, gente que va pasada de drogas, tias disfrazadas con un tipo guante de Michael Jackson que piden 3 veces fuego y no entienden la frase: i don't smoke, gente que se tira al suelo para que le pateen, gente de Reus y Vilanova, ...
Al final decidieron marcharse a las 4 pasadas y hicieron lo que todo el mundo hace en Frankfurt, salir de la ciudad (sin antes equivocarse e irse por dirección Kassel).
Otra vez de ruta y llegan al aeropuerto de Hahn, donde deberian esperar solamente 10 horas hasta coger el avión de regreso. En esas horas MUERTAS, nuestros muchach@s hicieron de todo; durmieron, tomaron eso que llaman loss alemanes café, comieron pizzas especiales de la casa (especiales xq lavan los intestinos que da gusto), intentaron comprar,...
Después de una hora y media de vuelo llegaron a su casa nuestros aventurer@s, sanos.
Aquellos que durmieron en la vuelta se perdieron un fastuoso paisaje: el cielo estrellado, la luz del sol a lo lejos perdiéndose, una luna casi inexistente y suelo hecho de algodón de azúcar. UNA MARAVILLA.
Y colorín, colorado, este cuento é finitto.
Aclaración, me molaria ir a Tampere (Finlandia) o Riga (Letonia).
Este e-mail es una cadena, si se lo envias a 15 personas tendrás toda la suerte del mundo. José Luis, lo envio y fue presidente; lo envio Jose María y hizo amistad con George. Solo envio 10, Josep Lluis y Mariano solo tuvo un accidente.
Si no lo envias, no pasa nada porque la suerte solo llega cuando te la trabajas.
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